martes, 31 de marzo de 2015

Oración del Perdón




Si uno trabaja con esta oración durante 36 días consecutivos, se ha comprobado que pueden ser sanados dolores insuperables. El perdón es la llave que nos abre al portal de Amor Infinito.

"Me perdono por cualquier acción, hecho o pensamiento pasado, presente o futuro, en ésta o en cualquier otra realidad, que no haya estado compuesto por las frecuencias del Amor Sagrado.

Perdono a todos aquellos con los que haya compartido energías conflictivas o discordantes durante mi vida presente o en vidas pasadas, en ésta o en cualquier otra realidad, y les devuelvo, envueltos en una burbuja de Amor, todos los recuerdos negativos, energías impactantes y futuros probables que hayamos creado juntos.

Pido a los Ángeles del Perdón que impregnen todas las facetas de mi Ser con las frecuencias del Amor y de la Luz, para que yo pueda estar concentrado en mi alma y centrado en mi corazón como Maestro de mi Ser y Portador de la Luz.

Si me he herido en el pasado, presente o futuro de modo consciente o inconsciente, lo perdono y o libero, para mi bien y para el bien mayor. Si hay algo o alguien que me ha herido en el pasado, presente o futuro, de modo consciente o inconsciente, lo perdono y lo libero. Si yo he herido a algo o alguien en el pasado, presente o futuro de modo consciente o inconsciente, pido que me perdone y me libere."

Fuente:
Facebook: Alma Bio Reiki

martes, 24 de marzo de 2015

El lanzador de estrellas

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Había un hombre sabio que vivía a la orilla del mar en un pueblo muy pequeño. Todas las mañanas acostumbraba caminar por la playa agradeciendo la presencia del sol, del viento, la lluvia, etc.

Cierto día, durante su caminata matutina vio que la orilla de la playa estaba llena de estrellas de mar. Las había rojas, rosadas, anaranjadas y violetas… Corrió hasta ellas y con enorme tristeza vio que había kilómetros y kilómetros de arena cubiertos por bellas y frágiles estrellas de mar. De los ojos del sabio cayeron lágrimas porque sabía que las estrellas de mar viven sólo cinco minutos fuera del agua.

Con cuidado de no pisarlas, comenzó a caminar por la playa, con el corazón afligido. Avanzaba lentamente pensando en la fugacidad de la vida, en cómo a veces equivocamos nuestras prioridades, cómo es que perdemos nuestro tiempo en cosas sin trascendencia…

Entonces descubrió a lo lejos la figura de un chico que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez.

Tan pronto como se aproximó, se dio cuenta de que lo que el chico cogía eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al agua.

Intrigado, se acercó y le preguntó sobre lo que estaba haciendo, a lo cual el chico respondió:
- Estoy lanzando las estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea está baja y se han quedado en la orilla. Si no las arrojo de nuevo al mar, morirán aquí.

- Entiendo -le dijo el viejo- pero debe de haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas todas, son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa… ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido? Aunque salvaras a miles, habría millones de ellas que morirían de todas formas. Tu esfuerzo no tiene sentido.
La mirada del chico se llenó de lágrimas, miró desconcertado la inmensidad de la playa y la magnitud del desastre a la que el sabio se refería, en silencio el chico sonrió, se inclinó, tomo una estrella y, mientras la lanzaba de vuelta al mar, respondió:

- ¡Para ésta sí lo tuvo!

Este cuento de Loren Eiseley es maravilloso!!! Nos muestra que ningún esfuerzo es en vano, la fuerza y la validez de cualquier acción o actitud es grandiosa aunque llegue sólo a una persona. Es importante saber dirigir nuestros esfuerzos y propósitos. Cuando tocas el alma de una persona, aunque sea sólo una, el mundo será mejor. Mejorar el mundo le da sentido a nuestra vida y esto es suficiente con un acto aunque sea simple.

Y tú, ¿cómo tocas la vida de los demás?